La nuda propiedad es una figura jurídica en la que el propietario de un inmueble (nudo propietario) conserva la titularidad, pero no el derecho de uso, que recae en el usufructuario, quien puede disfrutar o alquilar la vivienda. En esta situación, los gastos se distribuyen entre ambas partes según el tipo de coste, y es crucial entender bien esta división para evitar malentendidos y planificar de manera adecuada.
Reparto de gastos
- Nudo propietario:
- Gastos extraordinarios: El nudo propietario es responsable de las reparaciones estructurales importantes, como reformas en el edificio, reparaciones del tejado o renovación de las instalaciones eléctricas comunes. Estos gastos son inversiones a largo plazo que aumentan o preservan el valor del inmueble.
- Impuestos de transmisión: Si adquiere la nuda propiedad, debe pagar el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales (ITP), el cual varía según la comunidad autónoma.
- Plusvalía municipal: En caso de venta, el nudo propietario debe asumir este impuesto, que grava el aumento de valor del suelo urbano.
- Seguro del continente: Debe pagar el seguro que cubra los daños estructurales del inmueble (techos, paredes, suelos).
- Usufructuario:
- Gastos ordinarios: El usufructuario cubre los gastos de suministros (agua, electricidad, gas, internet) y pequeñas reparaciones de mantenimiento rutinario, como fontanería o pintura.
- IBI (Impuesto sobre Bienes Inmuebles): Aunque la propiedad es del nudo propietario, el usufructuario, como beneficiario del uso de la vivienda, suele ser quien paga el IBI. Sin embargo, en algunos casos se puede acordar que este coste lo asuma el nudo propietario.
- Seguro de contenido y responsabilidad civil: Debe contratar un seguro que cubra los bienes dentro del inmueble y los posibles daños que pueda causar a terceros.
Consideraciones adicionales
Si bien estas responsabilidades están generalmente claras, es recomendable que ambas partes acuerden ciertos aspectos específicos en el contrato, ya que la normativa permite cierta flexibilidad en el reparto de gastos. Esto puede incluir quién asume el IBI o los gastos comunitarios si existen circunstancias especiales.
La nuda propiedad es una opción atractiva para quienes desean planificar su futuro financiero o invertir en bienes raíces, pero es fundamental comprender bien la división de responsabilidades para gestionar correctamente los costos asociados a la propiedad.
imagen: Freepik